Bota única sanluqueña, de una serie de cuatro (II/IV), con larga crianza oxidativa estática que se embotella ahora en su totalidad, sin ningún tipo de intervención ni filtrado que permitirá apreciar y disfrutar la diversidad entre iguales. Su nombre, de hemúlido del litoral andaluz, encaja a la perfección con este vino. Alta intensidad aromática, potente y serio, con predominio de barnices y maderas viejas sobre alquitrán, torrefactos y nueces. Sólo en segundo plano notas dulces a ciruelas pasas. En boca es amplio e intenso, cálido pero con buena acidez, frutos secos dominan en la equilibrada contienda dulzor-amargor y el largo final que compite de tú a tú con cualquier brandy para acompañar un buen habano. Se embotellaron en rama 236 botellas de 37,5 cl.

Este amontillado es el resultado de una cuidada selección de antiguas soleras trebujeneras. Se embotella sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Nariz compleja y afilada con torrefactos, frutos secos tostados, algas, mar, miel, azahar y carne de membrillo. En boca es intenso, seco y con una marcada acidez. Final amargo, con frutos secos, madera vieja, notas ahumadas, regaliz y refrescantes notas cítricas.

En la bodega de crianza de la Cooperativa de Albarizas había tres botas antiquísimas que provenían de la bodega personal de un socio que falleció. Tenemos que agradecerles que ese momento mágico, en el que catamos tres vasijas históricas, lo vayamos a poder compartir con vosotros: Oloroso Pisador Bota “NO”, Oloroso Pisador Bota III y Palo Cortado Pisador Bota II. Las tres se embotellaron individualmente para poder apreciar la diversidad entre iguales. La serie Pisador quiere rendir homenaje al oficio que se perdió y a todos los viticultores de Trebujena que también pisaron sus uvas en la vendimia. Esta antiquísima “bota NO” de oloroso pasó por una larga crianza oxidativa en soleras trebujeneras. Se embotella sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Es el más intenso y amplio de la serie; máxima complejidad y concentración. Aromas a ebanistería, holanda, farmacia, café, licor, regaliz, ámbar, almizcle, balsámicos... Espectacular. En boca es brutal, redondo pero con una magnífica acidez cítrica y un amargo final enorme: extracto seco de echinacea, almendra y toda la carpintería del arca de Noé, madera de ciprés, calafateada con brea por dentro y por fuera...

En la bodega de crianza de la Cooperativa de Albarizas había tres botas muy viejas que provenían de la bodega personal de un socio que falleció. Tenemos que agradecerles que ese momento mágico, en el que catamos tres vasijas históricas, lo vayamos a poder compartir con vosotros: Oloroso Pisador Bota “NO”, Oloroso Pisador Bota III y Palo Cortado Pisador Bota II. Las tres se embotellaron individualmente para poder apreciar la diversidad entre iguales. La serie Pisador quiere rendir homenaje al oficio que se perdió y a todos los viticultores de Trebujena que también pisaron sus uvas en la vendimia. Palo Cortado Pisador es una rareza surgida en una solera oxidativa que ha acabado dando lugar a un palo cortado de época. Esta antiquísima bota de pasó por una larga crianza oxidativa en soleras trebujeneras. Se embotella sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados.  Perfumado, fino , intenso, seco, punzante, con detalles de tiza, pólvora, sacristía, ebanistería. En boca es potente, intenso, amplio, con un equilibrio delicado entre acidez y amargor, que le da una tremenda persistencia.

De la solera de la bodega de crianza de la Cooperativa de Albarizas se hizo una selección de cuatro botas para ensamblar el fino Pisadores. Además se embotellaron individualmente una saca de la Bota Punta, Bota III y Bota VIII para poder apreciar la diversidad entre iguales. La serie fino Pisadores quiere rendir homenaje al oficio que se perdió y a todos los viticultores de Trebujena que también pisaron sus uvas en la vendimia. El fino Pisadores se embotella sin filtrar ni estabilizar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Nariz sutil, con todos los aromas propios del velo de flor, mazapán, levaduras, marisma, herbáceos. En boca es salino y seco, fluido, donde el amargor de las almendras queda ligeramente por detrás de la sapidez. En retronasal vuelven los recuerdos yodados.

La plaga de la filoxera de 1894 acabó con casi todo el viñedo de Jerez. Entre las medidas que se incorporaron con posterioridad, para evitar la proliferación de nuevas enfermedades en las cepas,  el "distanciamiento social" entre viñas fue de las más implantadas, creando así el marco de plantación. El fino Tiracordeles quiere hacer un homenaje al oficio de agrimensor, apodado Tiracordeles en Trebujena, que mediante sus cuerdas trazaba los marcos de plantación distanciando las viñas unas de otras, alineándolas para un aprovechamiento óptimo de la radiación solar, y protegiéndolas, en la medida de los posible, de los vientos dominantes. En febrero de 2022 The Wine Bang realizó una primera selección y saca de las 18 botas más expresivas entre una extensa solera de más de 120 botas trebujeneras situadas en la nave de Crianza de la Cooperativa Virgen de Palomares. Con posterioridad a esa selección se escogieron 6 botas, entre las 18, para marcarlas y modificar las técnicas de su crianza biológica con el objetivo de que este fino alcance unas cualidades excepcionales. De esas seis botas, que estuvieron durante 18 meses en crianza estática, se realizó la segunda saca de Tiracordeles en octubre de 2023. Se embotella sin filtrar, ni estabilizar, para que todos sus matices puedan ser apreciados. Nariz biológica, pura flor, panadería, avellanas, mantequilla, hidrocarburos, tiza y yeso. En boca es seco pero sorprende su ligereza en el paso. La mineralidad y los frutos secos marcan su recorrido para dejar un largo final amargo. Saca de 500 botellas de 75 cl. y 200 magnums en octubre de 2023.

Este fino es el resultado de la selección de las 18 botas más expresivas de una extensa solera de mas de 120 botas trebujeneras situadas en la nave de Crianza de la Cooperativa Virgen de Palomares. Se embotella sin filtrar, ni estabilizar, para que todos sus matices puedan ser apreciados. Nariz biológica, pura flor, panadería, avellanas, mantequilla, hidrocarburos, tiza y yeso. En boca es fresco, lozano y seco, sorprende su ligereza en el paso. La mineralidad y los frutos secos marcan su recorrido para dejar un largo final amargo.

De la solera de la bodega de crianza de la Cooperativa de Albarizas se hizo una selección de cuatro botas para ensamblar el fino Pisadores. Además se embotellaron individualmente una saca de la Bota Punta, Bota III y Bota VIII para poder apreciar la diversidad entre iguales. La serie fino Pisadores quiere rendir homenaje al oficio que se perdió y a todos los viticultores de Trebujena que también pisaron sus uvas en la vendimia. El fino Pisadores Bota Punta se embotella sin filtrar ni estabilizar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Intensa y franca nariz con una omnipresente y omnipotente presencia de la biológica, panadería, brioches, almendra, y complejos toque de cuero y brea. En boca es salino y mantecoso, con un largo y amargo final.

Esta bota de palo cortado pasó por una larga crianza oxidativa en soleras trebujeneras. Se embotella sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Nariz con deliciosos aromas a frutos secos, confitura de albaricoque, cereales, notas salinas y aldehídicas. En boca es equilibrado, estructurado, con volumen, destacando los frutos secos, matices tostados amargos y una buena dosis de salinidad.

De la solera de la bodega de crianza de la Cooperativa de Albarizas se hizo una selección de cuatro botas para ensamblar el fino Pisadores. Además se embotellaron individualmente una saca de la Bota Punta, Bota III y Bota VIII para poder apreciar la diversidad entre iguales. La serie fino Pisadores quiere rendir homenaje al oficio que se perdió y a todos los viticultores de Trebujena que también pisaron sus uvas en la vendimia. El fino Pisadores Bota III se embotella sin filtrar ni estabilizar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Nariz perfumada, notas punzantes y aldehícas con recuerdos de flores blancas, camomila, melocotón, aceitunas de verdeo y yodo. El paso por boca es suave, limpio y presenta una elegante acidez cítrica. Recuerdos de almendras, algas, pomelo y un agradable final con gran balance sápido.

Esta bota de amontillado pasó por una larga crianza biológica y oxidativa en soleras trebujeneras. Se embotella sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados. La bota con más empuje de la solera. Nariz intensa, afilada y definida, con especias, avellanas, caramelo, salmuera, yodo y marisma. En boca es directo y punzante, con un paso muy firme, notas de camomila, salinidad, madera, especias y un largo final.

De la solera de la bodega de crianza de la Cooperativa de Albarizas se hizo una selección de cuatro botas para ensamblar el fino Pisadores. Además se embotellaron individualmente una saca de la Bota Punta, Bota III y Bota VIII para poder apreciar la diversidad entre iguales. La serie fino Pisadores quiere rendir homenaje al oficio que se perdió y a todos los viticultores de Trebujena que también pisaron sus uvas en la vendimia. El fino Pisadores Bota VIII se embotella sin filtrar ni estabilizar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Destaca entre sus hermanas por una nariz más austera y mineral, donde la tiza y la pólvora cobran protagonismo frente a los frutos secos y las flores blancas. En boca es fresco, con sensaciones cítricas y mucha mineralidad. En retronasal vuelve la brisa marina, salmuera y yodo.

César Florido es el hombre y el nombre del moscatel en el Marco de Jerez. Se trata de un moscatel de ida y vuelta, atrapado en una bota de 8 arrobas que formaba parte de un altar que viajó Cádiz capital, y años después volvió a su casa, hecha y derecha, como lo hacían las estudiantes de ingeniería o medicina. Evolucionó de forma mágica y se embotella ahora íntegramente y sin filtrar. En nariz es intenso, con toques cítricos y mentolados, que refrescan los aromas dulces a miel y mazapán, toffe, tostados... Todo un roscón de reyes. Amplio en boca llenando el paladar con una sorprendente fluidez. Avellanas, naranja escarchada y caramelo tostado, predominan en el fresco y agradable final. Se embotellaron en rama 300 botellas de 37,5 cl.

En la bodega de crianza de la Cooperativa de Albarizas había tres botas antiquísimas que provenían de la bodega personal de un socio que falleció. Tenemos que agradecerles que ese momento mágico, en el que catamos tres vasijas históricas, lo vayamos a poder compartir con vosotros: Oloroso Pisador Bota “NO”, Oloroso Pisador Bota III y Palo Cortado Pisador Bota II. Las tres se embotellaron individualmente para poder apreciar la diversidad entre iguales. La serie Pisador quiere rendir homenaje al oficio que se perdió y a todos los viticultores de Trebujena que también pisaron sus uvas en la vendimia. Oloroso Pisador Bota III se embotelló sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Crianza oxidativa llevada al límite. Prodigio de volumen, golosidad, aromas a orejones, cítricos escarchados, maderas nobles, y recuerdos de Slivovitz. Gran recorrido en boca, amable, cálido, redondo, acogedor, toques de avellana, fantástica acidez y final con notas salinas.

Esta única, olvidada e irrepetible bota chipionera de otra época se encontró en unos trabajos arqueológicos, realizados en un palacete de Jerez propiedad de unos familiares lejanos de Florido. Allí, Pedro, mientras era observado por las propietarias, y él observaba el cuadro del árbol genealógico de la familia, demostró que no le faltan canas, ni le sobra juventud. César recordaba la bota, y la recibió en su bodega muchos años después con la alegría y el abrazo del padre al hijo pródigo. Se ha ido concentrando hasta apenas quedar 500 medias botellas que se llenan sin filtrar. En nariz es arte sacro barroco, excesivo, antiguo, policromado, paleta infinita de aromas a incienso, maderas viejas, sacristía, extractos vegetales, farmacia, café torrefacto, cuero y caja de puros. Inabarcable en boca, sobresaliente acidez que soporta con tensión los 496g/l de azúcar, increíbles a todas luces si no lo certifican. Torrente de cáscaras de cítricos, hojas de tabaco y paloduz dan paso a un complejo final que no termina nunca. Horror Vacui. Se embotellaron en rama 530 botellas de 37,5 cl.  

Barrilete, Uca tangeri, es un crustáceo de pequeño tamaño, muy conocido y popular, principalmente en litoral atlántico, donde es muy abundante en los fangos de marismas y estuarios, entre ellos los del Guadalquivir. Muy apreciado gastronómicamente por la exquisitez de la carne del quelípedo grande o pinza de los machos, que les arrancan los mariscadores antes de ponerlos en libertad. Para The Wine Bang, Barrilete es  una bota única sanluqueña, de una serie de cuatro (I/IV), con larga crianza oxidativa estática que se embotella en su totalidad, sin ningún tipo de intervención ni filtrado que permita apreciar y disfrutar la diversidad entre iguales. Posee la nariz más sutil de la andana, con aromas a marrón glasé, miel y toques de cera sobre un fondo de notas ahumadas. En boca es agradable, delicado y fluido. Frutos secos (nueces), piel de naranja caramelizada, maderas y barnices conviven en un final persistente y equilibrado. Se embotellaron en rama 148 botellas de 37,5 cl.

Antoñito, como todos los vinos seleccionados por The Wine Bang en Sanlúcar de Barrameda tiene nombre de pez. Formó parte de la selección de Contubernio número 12+1. Este Cream es una rareza contenida en una bota única sanluqueña del Barrio Bajo. Presenta una amplia y compleja paleta aromática con predominio de la serie empireumática: azúcar quemado, humo y alquitrán por encima de aromas golosos a pan de higo, ciruelas pasas y regaliz. En boca ataque fresco, ligero con una sobresaliente acidez y equilibrio azúcar-alcohol. Final sostenido de pasas al ron, orejones y cáscara de cítricos.

Bocinegro, Pagrus pagrus, es un pez óseo, de tamaño mediano, comestible y muy apreciado, presente en todo el litoral andaluz. Para The Wine Bang, Bocinegro, es  una bota única sanluqueña, de una serie de cuatro (III/IV), con larga crianza oxidativa estática que se embotella ahora en su totalidad, sin ningún tipo de intervención ni filtrado que permitirá apreciar y disfrutar la diversidad entre iguales. En nariz, de largo, el más goloso de la serie: naranja escarchada, flor de azahar, toffe, azúcar tostado. En boca continúa la misma línea, con una sobresaliente acidez cítrica que combina con la pequeña cantidad de azúcar residual en una explosión de sabor. La milla final queda marcada por confituras de cítricos y frutos secos, ese punto ácido lo alarga, lo estira y se queda a vivir en el paladar. Se embotellaron en rama 228 botellas de 37,5 cl.

Esta bota de amontillado pasó por una larga crianza biológica y oxidativa en soleras trebujeneras. Se embotella sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados. En nariz aparecen notas cítricas a frutos secos y empireumáticos (azúcar tostado, humo, yodo). En boca equilibrio entre el carácter afilado y salino de la crianza de bajo velo y las notas más golosas de evolución oxidativa, maderas nobles y frutos secos. Excelente acidez con el amargor justo y necesario.

Para The Wine Bang, Bonito, es la única y preciosa bota sanluqueña, de una serie de cuatro (IV/IV). Ha tenido una larga crianza oxidativa estática y se embotella ahora en su totalidad, sin ningún tipo de intervención ni filtrado que permitirá apreciar y disfrutar la diversidad entre iguales. Oloroso Bonito hace honor a su nombre y es un bonito oloroso, precioso, redondo en todas sus facetas. Compleja mezcla en nariz de afilados aromas salinos y anchos aromas golosos: orejones, especias dulces (clavo) y avellanas. En boca es amplio, ostentoso, con una acidez exquisita y unos sutiles matices dulces que recuerdan a avellanas garrapiñadas y mazapán. Curioso final donde el dulzor cede ante la salinidad. Se embotellaron en rama 198 botellas de 37,5 cl.  

Ostión, Crassostrea angulata, es un bivalvo comestible conocido en toda Andalucía. En muchas fiestas del litoral se consume en los primeros días, como la Ostionada del Carnaval de Cádiz. Debido a la concentración de aromas, este Oloroso, el primero de The Wine Bang, puede tener el efecto del mismo nombre, pero precedido por la letra "h". Ostión formó parte de la 10ª edición de Contubernio, por lo que fue necesaria una cuidada selección de viejas soleras sanluqueñas. Se embotelló sin filtrar para poder apreciar todos sus matices. Potente y compleja nariz, muy redonda, pero con el fino punzante propio de los espirituosos elegantes. Acompañando a las maderas nobles aparece cierta frescura vegetal, ámbar, resina de pino cortado, incienso, frutos secos… En boca entra con fuerza y paso firme. Centro seco y placentero, que combina sabores de frutos secos garrapiñados, especias y tabaco. Enorme y largo final donde permanecen dulces sensaciones. Se embotellaron en rama 1600 botellas de 37,5 cl. y 360 de 50 cl.

Esta bota de palo cortado pasó por una larga crianza oxidativa en soleras trebujeneras. Se embotella sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Nariz compleja de maderas viejas, bebidas espirituosas, caramelo y barnices, que no tapan los frutos secos y las trazas minerales y salinas. En boca es seco con volumen, almendras tostadas y garrapiñadas, cáscara de cítricos. Final salino y calizo.

Dentón, Dentex dentex, es un pez óseo, de tamaño grande, comestible y muy apreciado. Se trata de una especie bien conocida en los puertos atlánticos, dada su alta cotización comercial y belleza de líneas. Oloroso Dentón, también es grande. Es el resultado de la combinación de cuatro antiguas botas sanluqueñas para deleite de los aficionados a los vinos del Marco, y ya conocido por muchos, puesto que formó parte de  Contubernio 15. Se embotella sin filtrar para poder apreciar todos sus matices. En nariz es intenso, franco, con predominio de aromas a frutos secos garrapiñados, cáscara de cítricos, especias dulces (vainilla, nuez moscada), ebanistería y recuerdos florales. En el ataque en boca es potente y amplio, desplegando notas de frutos secos envueltos en una ligera dulcedumbre, cítricos escarchados y maderas nobles (cedro). Excelente acidez que vertebra todo el recorrido, y da paso a un persistente final con recuerdos a brandy. Se embotellaron en rama 900 botellas de 37,5 cl.

"De aquellas manzanillas, estos amontillados". Nariz muy definida y fina, amontillado sanluqueño de libro. Presencia aún de notas biológicas, frutos secos tostados y garrapiñados de almendras, fruta deshidratada, cera de panal, toques balsámicos, tabaco de pipa, brisa marina en Bajo de Guía. Rara avis en la zona al no tener segundo encabezado, aparentando ser más joven de lo que es. En boca es fresco, salino, y sutil como corresponde a un amontillado surgido de manzanillas pasadas. De paso redondo y punzante, deja un final a frutos secos amargos, cáscara de cítricos, y sal. De nuevo Sanlúcar.

Muchos de los que ha tenido la suerte de visitar la Taberna der Guerrita y ha disfrutado en la barra, junto a su pareja, de unos vinos con Don Manuel Guerra pudieron probar en su presencia el Amontillado de los 80. Manolo, un caballero andaluz, en no pocas ocasiones ofrecía a las damas presentes una copa de Palo Cortado. Era inevitable que, la pareja de la señora en cuestión, también catase de su copa el Palo Cortado. A partir de ese mismo momento, la propiedad y liquidación del preciado bien, se convertía en motivo de disputa. Este Medium Dry de Palo Cortado es el resultado de una cuidada selección de antiguas soleras sanluqueñas que pasaron por una larga crianza oxidativa y formó parte de la edición XI de Contubernio. Se embotelló sin filtrar para que todos sus matices puedan ser apreciados. Nariz limpia, pronunciada, que evoluciona con temperatura desde aromas yodados y salinos a toques más golosos: Kirsch, maderas viejas y almendras garrapiñadas. En boca tiene un ataque muy agradable, sedoso, amplio con una notoria acidez que lo hace muy redondo. Deja tras su paso sensaciones de avellanas, cereales y cítricos desecados.