Es maravilloso visitar una bodega. En las de crianza biológica y oxidativa, al contrario de lo que ocurre en las de vinos tranquilos, si tienes la fortuna de catar directamente de las botas percibirás el efecto bodega. Efectivamente, en la bodega se expresan con más fuerza y rotundidad, más aromáticos, con amplios matices que distinguen unas botas de otras dentro de la misma escala.

The Wine Bang nació para trasladar a nuestros amigos, en el espacio y tiempo, esos vinos que nos impresionaron. Lástima que dentro de la botella no podamos transportar también a los propietarios, gestores, capataces y operarios que nos han atendido; fue una delicia trabajar con todos ellos.

Nuestro agradecimiento y reconocimiento por la guarda y custodia de esta tradición, una forma de única de hacer vinos, sin perder la identidad y singularidad, que ha dado lugar a un universo en el que poder disfrutar la diversidad entre iguales.