Akenatón fue el padre de Tutankamón y es el padre de todos los amontillados. Se trata de un amontillado faraónico extraído de una bota NO fundacional, que pasó por una larga crianza biológica y oxidativa en soleras pontanesas. Ha alcanzado su grado alcohólico de forma natural, y se embotella sin filtrar para poder apreciar todos sus matices.  Es un vino extremo, excelso y excéntrico. Único en su clase. Nariz complejísima: maderas viejas, cuero, hierbas aromá­ticas y caja de puros. En boca es salvaje, acuchilla, salino, frutos secos, humo, especias, con máxima profundidad y concentración en un final amargo, alquitranado y eterno. Saca única de 200 botellas de 37,5 cl de una experiencia delirante.  

Este fino es un homenaje a Francisco López Ortiz, F.L.OR de los Naranjos. Lagar del que se seleccionaron 9 botas de fino con crianza estática durante unos increíbles 20 años. Cápsula del tiempo donde se ha mantenido la crianza biológica más allá del límite, botas aún con flor en las que, de un modo casi místico, aún predomina el carácter biológico por encima del oxidativo. Nariz de gran intensidad y definición, donde aparecen frutos secos tostados, almendras, notas yodadas, tiza y apuntes salinos. Recuerdos amelados, cuero y maderas viejas luchan por asomar perdiendo la partida. En boca, ataque potente y contundente, seco y cremoso, muy salino, de notable madurez y gran estructura. Frutos secos, sal y un punto amargo orquestan un largo y sofisticado final. Saca de 1.421 botellas de 75 cl.

Nefertiti fue la madre de Tutankamón y esposa de Akenatón. Se trata de un amontillado faraónico extraído de una bota NO fundacional, que pasó por una larga crianza biológica y oxidativa en soleras pontanesas. Ha alcanzado su grado alcohólico de forma natural, y se embotella sin filtrar para poder apreciar todos sus matices. Es un amontillado viejísimo, muy concentrado, con una nariz perfumada, elegante, con aromas a sacristía, café, kirsh y brandy. En boca es muy equilibrado a pesar de su vejez, seco, sabroso, poderoso y elegante. Naranja y frutos secos quedan en un final de gran profundidad y persistencia. De Nefertiti se realizó una saca única de 200 botellas de 37,5 cl.

A todos nos gusta decir palo cortado. Y catarlo. O beberlo. Y cada bodega lo hace como cree. Hasta las hay que solo elaboran palos cortados. Nos gusta escuchar cuando nos desvelan el misterio en Sanlúcar, Jerez, Moriles o Lucena. El secreto tiene su origen en extintas variedades de uva o en la fermentación en botas, que favorece la presencia de ácido málico. El misterio… En la bodega de Torres Burgos no había botas dedicadas a palo cortado, aunque algunas lo parecían. El Fondo PC lo parece y lo es. Al catarlo junto con los otros vinos de esta caja podrás apreciar que en nariz es más amplio y en boca es distinto: untuoso y cremoso. Si guardaste en el trastero dos dedos de Fondo A para no bebértelo corre a por él y siéntate con calma a disfrutar `la diversidad entre iguales´… Incluso añade la Cuarta al juego. Hemos guardado algunas cajas de estos tres vinos para los amigos, merecerá la pena. La bota Fondo PC es equilibrio y complejidad. Nariz de caramelo, frutos secos, incienso, sacristía y madera vieja. En boca es persistente, sabrosa, golosa, con toques a mazapán, miel y mantequilla. Un palo cortado. Se embotellaron en rama 519 botellas de 50 cl. y 30 de 150 cl.

A veces hay que saber parar cuando encuentras algo que no estás buscando y apreciar lo que desecha la prisa. Registrando amontillados encontramos tres botas faraónicas de Pedro Ximénez dulce muy viejas y especiales.  PKIS IX procede de una Bota faraónica de PX dulce natural que ha envejecido durante décadas en soleras pontanesas. Es incomparable, intenso con una singular nariz a farmacia, eucalipto, incienso, resinas vegetales, mirra y tierra mojada. En boca es una amalgama de matices, cálido y fresco, dulce y ácido, y de nuevo ese singular toque herbáceo. complejo con un posgusto eterno que lo hace inolvidable. Saca única de 384 botellas de 50 cl.

En el fondo de la nave de crianza de Torres Burgos había dos botas que darán que hablar. La primera alberga un amontillado que parece de otras latitudes. Sin embargo, tiene mucho de Montilla-Moriles, es de Montilla-Moriles. Los miembros de TWB hemos guardado, muy bien escondidas, algunas botellas para nuestros hijos, que solo las probarán si son buenos y se portan bien. Las botas se vaciaron y embotellaron íntegramente para The Wine Bang. Llegados a este amontillado explosivo, vuelve, comienza de nuevo, retrocede o compáralos dos a dos, tres a tres o todos a la vez. La bota Fondo A es concentración y verticalidad. Procedente de las mejores albarizas de Moriles Alto, pasó por una larga crianza biológica y oxidativa estática en soleras lucentinas. Ha alcanzado su grado alcohólico de forma natural, y se embotella sin filtrar para poder apreciar todos sus matices. Nariz compleja con naranja escarchada, tabaco y farmacia. En boca es seca y cortante, punzante y largo final almendrado. Se embotellaron en rama 553 botellas de 50 cl. y 32 de 150 cl.

En 1922 Howard Carter descubrió casi intacta la tumba de Tutankamón en el transcurso de unas excavaciones arqueológicas. El descubrimiento de este hipogeo, con miles de artefactos y su máscara funeraria, convirtieron a este faraón en el centro del interés mundial por el Antiguo Egipto. El amontillado Tutankamón es el resultado del ensamblaje de cinco botas seleccionadas por The Wine Bang de las soleras de Amón, y formó parte de la 9ª entrega de Contubernio. Esta es la razón por la que por primera vez se decidió embotellar vino ensamblando distintas botas, atender al proyecto Contubernio de nuestro querido Armando Guerra. Vino con una potencia y complejidad indescriptible: fruta escarchada, mazapán, leña, barnices, ebanistería, yodo, sacristía y balsámicos. En boca es tremendamente concentrado, esencial, muy seco, cortante, punzante y salino. Recuerdos a madera vieja, frutos secos, quedando un final amargo y salado. Persistencia eterna. De este vino se embotellaron en rama 263 botellas de 50 cl. y se compartieron con Contubernio 1.607 botellas de 37 cl.

El fino Carter es el primer vino biológico seleccionado por The Wine Bang al descubrir una bota singular y distinta en la magnífica escala de Bodegas Delgado. Ha alcanzado su grado alcohólico de forma natural, y se embotella sin filtrar para poder apreciar todos sus matices. Intensa nariz con marcadas notas de frutos secos, almendra, cuero, tiza, pólvora e hidrocarburos. En boca es serio, sin concesiones, muy seco y salino, con cuerpo y una solvente acidez que lleva a un final largo, aldehídico y amargo. Se embotellaron en rama 347 botellas de 50 cl.

A veces hay que saber parar cuando encuentras algo que no estás buscando y apreciar lo que desecha la prisa. Registrando amontillados encontramos tres botas faraónicas de Pedro Ximénez dulce muy viejas y especiales. PKIS VII procede de una Bota faraónica de PX dulce natural que ha envejecido durante décadas en soleras pontanesas. Sorprendente y expresivo vino con aromas mentolados, orejones, naranja escarchada y miel. En boca es cremoso, amplio con una acidez que lo compensa. Licoroso, pero amable. Posgusto largo, con sabor a café irlandés, que invita a seguir bebiéndolo. Saca única de 360 botellas de 50 cl.

El primero de los vinos TWB que vio la luz. Se embotellaron 690 unidades de 50 cl, 600 de las cuales fueron a parar a manos de nuestro amigo Armando Guerra, que selecciona como nadie los vinos; y los caminos. Él decidió que Arribota ocupara uno de los seis huecos de las cajas de Contubernio que se distribuyeron en marzo de 2020. Las otras formaron parte de la caja “6 vinos 6” haciendo de puente entre los vinos con un carácter más biológico y los oxidativos como los amontillados La Punta y el Fondo A. En nariz se presenta compleja, amplia, punzante, con gran carga biológica, envuelta en aromas golosos de fruta escarchada y orejones. En boca marcado carácter salino y cortante, con un largo final de frutos secos tostados. Se embotellaron en rama 690 botellas de 50 cl. y 100 de 150 cl.

La cuarta criadera albergaba todos los vinos que hemos seleccionado en Torres Burgos. A diferencia del Marco de Jerez, es común en Montilla Moriles que las botas de amontillado estén situadas en cuarta. En lo más alto de la bodega la crianza oxidativa encuentra como aliado el gradiente de temperatura entre la zona alta, más cálida en verano, y la solera, allí donde las levaduras viven con mucha más tranquilidad y estabilidad. Por una vez, y sin que sirva de precedente, hasta los componentes de TWB, que en un alarde de creatividad nunca visto, han coincidido en llamar a sus hijos como sus padres, suegros o ellos mismos, tuvieron claro desde el primer momento el nombre de este vino. La cuarta bota del cuarto cachón, y la cuarta criadera, se llamaría la Cuarta. La Cuarta de TWB representa el paradigma del equilibrio entre crianza biológica y oxidativa. En nariz es de gran amplitud y complejidad, donde la oxidativa comienza a imponerse a la biológica; turrón, miel, orejones, azahar y avellanas. En boca es muy larga y equilibrada, con recuerdos a frutos secos y toques tostados. Se embotellaron en rama 280 botellas de 50 cl. y 34 de 150 cl.

Salitis también fue un rey egipcio. De la inacabable lista de faraones fue elegido para dar nombre a este amontillado, por una, y solo una, característica intrínseca en estos vinos que, traída a este caso, lo ha hecho único. ¡Pruébelo! Un estudio realizado entre los años 2011 y 2012 por una cooperativa que ya no lo es, quería demostrar la mayor salinidad de las manzanillas frente a los finos basándose en la cercanía al mar de los pagos de sanluqueños, donde predomina el viento de poniente. Debe ser eso. O no. Un día que registrábamos botas en Bodegas Delgado, Rafael, tan certero como amable, nos aseguró que un brazo del océano Atlántico llegaba hasta el mismo Puente Genil, a las puertas de la bodega. Salitis en nariz es punzante, con predominios de acetaldehídos, lacas, barnices, sobre aromas más amables como caramelo y orejones. En el ataque en boca es pura sal, marino, potente y afilado, con recuerdos a turba, algas, ebanistería y una tremenda acidez que deja un final enorme. Se embotellaron en rama 150 unidades de 50 cl. de una bota única de las soleras de Amón. Cleopatra, Salitis y Ramsés proceden de tres botas distintas que no se mezclaron para experimentar la diversidad entre iguales.

A veces hay que saber parar cuando encuentras algo que no estás buscando y apreciar lo que desecha la prisa. Registrando amontillados encontramos tres botas faraónicas de Pedro Ximénez dulce muy viejas y especiales. PKIS III procede de una Bota faraónica de PX dulce natural que ha envejecido durante décadas en soleras pontanesas. Es un Pedro Ximénez dulce clásico, complejo en nariz donde predominan los aromas terciarios: cacao, café, extracto de regaliz, trufa... sobre las frutas secas: higos y ciruelas. En boca es amplio, equilibrado por su buena acidez; toques de tofe y caramelo con un largo y sedoso final. Saca única de 80 botellas de 50 cl.

Ramsés fue el último gran faraón. Murió a los 90 años, sobreviviendo a muchos de sus descendientes. Cuando se descubrieron sus restos correspondían con las de un hombre muy alto, largo como dicen en Cádiz, fuerte y con una nariz inmensa y afilada. Este último amontillado faraónico responde a su nombre. Ramsés es un vino inmenso, excelso. Impresionante abanico aromático con toques golosos, panadería, cáscara seca de cítricos, barniz y caja de puros. En boca es aún más complejo, concentrado y lleno de matices: frutos secos, maderas viejas, sal y yodo. Con un final enorme, eterno y un equilibrio justo entre acidez y amargor. Se embotellaron en rama 150 unidades de 50 cl en una saca única e irrepetible, de una bota punta de las soleras de Amón. Cleopatra, Salitis y Ramsés proceden de tres botas distintas que no se mezclaron para experimentar la diversidad entre iguales.

Cleopatra fue la última gobernante del Antiguo Egipto. Conocida por su habilidad y dotes de seducción, según cuenta la leyenda, se atrevió a enrollarse en una alfombra para deslumbrar a Julio César. Un rasgo característico que ha trascendido miles de años era su gran nariz. «Si la nariz de Cleopatra hubiese sido más corta, la historia del mundo habría cambiado» (Blaise Pascal,1623-1662). El amontillado faraónico Cleopatra tiene una nariz intensa muy expresiva y afilada, elegante combinación de naranja escarchada, tofe, monte bajo y barnices. En boca es potente, salino, perfumado, untuoso, con recuerdos de almendras y avellanas, con una increíble persistencia en su amargo final. Se embotellaron en rama 150 unidades de 50 cl en una saca única e irrepetible, de una bota punta de las soleras de Amón. Cleopatra, Salitis y Ramsés proceden de tres botas distintas que no se mezclaron para experimentar la diversidad entre iguales.

Es el amigo que no puede faltar a una fiesta. Sabes que si está allí lo pasaréis bien, garantiza la diversión, es amable, sorprendente y agradecido. Este vino es el más biológico de todos, dominan las punzantes notas de acetaldehído, pero con una apreciable evolución en color y aromas oxidativos como cera de abejas, orejones y frutos secos. De paso tan fácil que realmente cuesta creer que atesore 17,3^º de alcohol natural. Se embotellaron en rama 200 botellas de 50 cl. y 40 de 150 cl.

Una aspilla es un listón delgado de madera que a lo largo tiene marcada una escala que permite aforar el contenido de las botas. Todas las botas que seleccionamos en Torres Burgos fueron vaciadas por completo. La aspilla, al fijarse a la manguera, tuvo en este caso una doble función, hizo de guía y tope, evitando así que se aspiraran las cabezuelas. Bota vecina de La Escalera se trata de una bota más exuberante, más intensa, más expresiva, más evidente… La hermana guasona de la dama aristocrática. Nariz perfumada, golosa, caramelizada, con presencia de autólisis, y un volumen que destapa su evolución desde un fino de Moriles, cítricos y almendras amargas. También en boca tiene más volumen, un verdadero placer.  Se embotellaron en rama 80 botellas de 50 cl. y 26 de 150 cl.

Esta fue la primera bota que cató TWB en la bodega Torres Burgos. Hasta ese día nunca habíamos entendido muy bien la felicidad que aporta a algunas personas fotografiarse con un famoso. Nosotros, si no es porque estaba en cuarta, nos hubiésemos hecho una foto con la bota 5403. Allí estaba una escalera, apoyada en su tercera, que nos invitó a escalar venencia en mano. Y apareció la magia. Si fuera persona sería una dama de la aristocracia, elegante, sutil, delicada y, sobre todo, perfumada: toffe, naranja escarchada y brioches te envuelven. Su sabor, ligero y sin estridencias, como se espera de ella. Se embotellaron en rama 82 botellas de 50 cl. y 27 de 150 cl.

Las botas situadas en la punta de las andanas tienen en ocasiones características especiales. En este caso concreto, al encontrarse como sus hermanas en la cuarta criadera, la razón que la hace diferente podría atribuirse a una mayor exposición a las condiciones climatológicas que se acentúan, durante los meses de verano, en la parte alta de la nave. Situada en una andana diferente, de mayor vejez, a la de procedencia de El Cono, La Aspilla, La Escalera y Arribota; sin embargo, se presenta como la más más fresca y biológica del cachón. Compleja, anisada y etérea. Se embotellaron en rama 80 botellas de 50 cl. y 27 de 150 cl.

La Novena es el mejor vino del quinto cachón. Recuerda a otras latitudes por su carácter afilado y su graduación alcohólica, aunque en este caso alcanzada de forma natural. Posee una intensidad aromática alta, donde sobresale la biológica y persisten las notas a acetaldehído. Recuerdos a farmacia, compota de membrillo y piel de naranja seca. En boca muy sabrosa, sápida, cítrica, piel de naranja, toque final a frutos secos, larga. Se embotellaron en rama 120 botellas de 50 cl. y 29 de 150 cl.